domingo, 7 de febrero de 2010

DELIROS (parte I)

Una persona que habla en múltiples personas, que habla diferentes cosas, que no sabe lo que quiere y aún así decide expresarse abiertamente.

Quiero poder entender de una vez por todas que esto no me va a matar de a poco otra vez, quiero tener paciencia para poder soportar cada día que se me hace cada vez más pesado. Quiero saber que vas a estar a mi lado protegiéndome de mi misma, que no vas a permitir que otra vez me dañe. Quiero verte, necesito verte, quiero hablarte y hoy parece que todo se me puso en mi contra para que no se de. Hoy creo que no es mi día. Definitivamente no lo es.
Te necesito para saber que no estoy sola, te necesito porque sos lo único que tengo, te necesito porque sos quien me da fuerzas en mis momentos de desesperación y soledad. Por eso te necesito, porque estoy cayendo de nuevo, me hundo en mis propio mar. ¿Dónde estás mi amor? ¿A dónde es que se fue tu luz? ¿Dónde te metiste mi cielo? Me siento perdida en este laberinto que parece no tener salidas, grito con todas mis fuerzas para que me escuches ¿Por qué no apareces? ¿Será que me has olvidado? ¿Será que no me escuchas? Gritaré con todas mis fuerzas, quedaré entonces sin ellas, pero quiero que me veas, quiero que me escuches y sepas que estoy necesitándote más que nunca. Porque me siento enloquecer acá, me siento llena de miedos, me siento infeliz. Infeliz creo que sería la mejor palabra para describirme hoy, infeliz. Porque no te puedo hablar, porque no te puedo escribir, porque no te puedo ni siquiera avisar de que no podemos hablar, por ningún medio.
¡Cómo me castiga! ¡Cómo sabe arrebatar mi alegría! ¡Cómo conoce tanto de mí que sabe justo donde clavar la espina! Me desilusiono de mí misma, me desconcentro y de a poco me vuelvo a desconectar del mundo. No quiero, pero caigo de nuevo. Me estoy volviendo a aislar de todo, me estoy volviendo a enloquecer. Es por eso que no quiero estar sola, porque tengo estos momentos de locura, de querer romperlo todo, de querer simplemente desaparecer. Entender nada más que es este día, que todo lo que paso entre ayer y hoy es lo que me lleva a escribir estas líneas, lo que me lleva al borde de la locura instantánea. TE NECESITO y no sé como hacerte llegar estas líneas, no sé como hacer para que sepas que estoy muriendo por dentro de agonía. Es por eso que me quiero ir en poco tiempo a reunirme con vos, a empezar por fin nuestra vida juntos, es por eso que quiero alejarme de todo esto que me hace mal, quiero dejar de sufrir como día a día lo hago, quiero dejar de ser la hija infeliz que soy. Quiero de una vez despegarme de este mal, quitarme ésta dolorosa espina que está metida en el centro de mi corazón y me atormenta cuando estoy bien. Porque me di cuenta de algo, ellos son quienes quieren arruinar mi felicidad, son quienes día a día se empeñan para destruirme, para quitarme la sonrisa que muchas veces quiero sacar a flote. Son ellos quienes perturban mi vida, son quienes arruinaron mi felicidad. Y me resisto y peleo de pie para no caer, pero siempre encuentran la manera para que caiga y, como verás, que me golpeé fuerte y quede allí, inmóvil, perdida, perturbada, sola, moribunda y sin fuerzas. Me cuesta cada vez más poder subir, me cuesta cada vez más tener las fuerzas que supe tener en algún momento. Sí, es que me doy cuenta de que si me esfuerzo por hacerlos pagar con la misma moneda, me quitan mi tesoro más preciado, me quitan mi felicidad, me quitan mi amor. Sí, me quitan a vos. ¿Por qué será que estuve llorando toda la tarde? ¿Por qué será que me rebelé con quienes se lo merecía? Y de verdad que se lo merecían.
Es que llega un punto en el que realmente no sé que hacer, no sé como reaccionar, no sé como actuar y me dejo llevar por mi impulso que muchas veces me deja demasiado mal parada. Pero me descargo, como muchas veces lo hice bajo mi almohada, ahogando penas duras y derramando lágrimas internamente sin que nadie lo notase en ese momento, sin que nadie pudiera descubrir mi misterio, sin que nadie pudiera develar que yacía allí un intento ya (porque dejó de ser) de un alma que a gritos pedía ayuda, que quería ser salvada, que se dejó morir.




Y aquella o aquél (porque jamás supimos quien fue) dejó allí su final, dejó claro que estaba enferma/o, que no sabía qué mierda hacía con su vida.

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